La búsqueda comienza, pero primero debe deshacerse de Pol. Un palpito le hace marearse nuevamente, la sala se cubre de rojo y Pol es humano…
No, ha sido un sueño, se repite una y otra vez, pasados cinco largos minutos de shock, recupera su identidad y recogiendo todo lo que queda de Pol, no hay sitio donde esconderlo, así que decide llevarlo a su tubo de descanso y manutención. Mete los restos y el tubo se empieza a llenar.
Ahora deberá buscar a alguien más, hoy quiere salir.
Hace dos años que Moly recuerda haber salido por última vez, fue un leve paseo en coche espacial por el círculo terrestre, quería ver la Tierra. Pero esta vez no quería salir del todo, necesitaba quedarse dentro y salir a la luz de quien le había enviado el mensaje.
Entonces, ¿dónde podría ir?, quizás… es obvio. Quién está detrás del proyecto Sane, por qué tiene tantas ganas de destrozar la humanidad, de tener encerrada la última parte humana en lo más oscuro, de querer acabar con ella.
No sería nada placentero pero debía volver a la Tierra donde se escondía la verdadera mente madre de toda esta locura.
