Los restos de lo que fue Pol quedan esparcidos por la sala, una cara desconsolada parece unir todas las partes de lo que quedan de él.
Moly sabe que no fue él, el mensaje viene de alguien más, pero que hay detrás de esta sala, su cubículo y los espacios comunes que no son más que una sala de estar para trabajadores y un bar que abre a media noche.
Estaba segura de que Pol tenía más información, de que los chip que le implantaban pasaban de mano en mano, surgiendo de una mente retorcida y repugnante.
Así es que Moly no tarda ni dos minutos en tardar de plantearse esta idea y decide coger el chip de lo que fue Pol, necesita saber más.
Pero a parte de Pol quien más podría ayudarla, quién podría cederle un voto de confianza a esta adolescente rodeada de adultos que rozaban la vejez. Y es que en las salas comunes nunca había tenido demasiada relacion con nadie, ni nadie había decidido atreverse a conocerla, le temían, no querían ser tocados y que su vida cambiara gracias a un desliz.
